martes, 15 de mayo de 2012

De compañias farmaceuticas, terapias alternativas y expectativas sociales

Ha calado en cierto amplio sector de la sociedad la idea de que en el cuarto recinto del noveno circulo del infierno de Dante, junto a Judas y Lucifer, estan las compañias farmaceuticas. Y desde luego razones para pensar esto no faltan:

- La mayoría de los avances en investigación y desarrollo provienen de pequeñas companias de biotecnología, frecuentemente financiadas con dinero publico (universidades o del instituto nacional de salud de EEUU, NIH)

- Las grandes farmacéuticas invierten aproximadamente un 15% de su presupuesto en investigación y desarrollo, cuando se invierte mas del doble por ejemplo en marketing (una especie de caja negra que no se desglosa muy bien a que corresponde, pero que se sabe que se invierte basicamente en comprar a base de regalos o "propuestas educativas", como congresos, viajes, conferencias-cenas, etc, o bien en pagar las costas de los juicios y demandas varias, o bien en comprar influencia politica a base de lobbying)

- La mayoría de los nuevos medicamentos que aparecen el mercado no son en realidad nuevos medicamentos, sino modificaciones de otras drogas existentes para poder obtener una nueva patente de explotación (me-too drugs)

Los precios a los que se venden los medicamentos no son por tanto acordes con lo que cuesta producirlos, haciendo del sector farmacéutico el mas prospero y el que mas dinero ha ganado en los últimos años. Todo ello se ha visto respaldado por unas leyes que favorecían a la industria farmacéutica. Los usuarios (pacientes) pagan cada vez mas por cada vez menos (ya sea directamente, en paises con una seguridad social debil, o a traves de impuestos, en paises como España).

Por otro lado, desde un pasado reciente las terapias alternativas (naturopatia, homeopatia, acupuntura, medicina tradicional china, etc.) han experimentado un auge sin precedentes en la cultura occidental. Estas terapias prometen una forma alternativa e integral de conocimiento y tratamiento de la enfermedad (o del enfermo, deberiamos decir), una prescripcion mucho menos invasiva (gracias a la naturaleza "natural" de sus remedios) y un trato mucho mas directo con el paciente, al que no se cosifica sino que se le da el valor humano que tiene.

Y esto que prometen, sin duda lo cumplen. Sin embargo, hay siempre un pero. Y el pero en este caso es que la prescripcion es no invasiva porque es completamente inocua en la mayoria de los casos, para bien o para mal, y casi todas sus "curaciones" se pueden achacar al interesante efecto placebo (con un ejemplo de excepcion en el caso por ejemplo del uso de plantas naturales con principios activos para la curacion). Tenemos por tanto que considerar realmente cuanto dinero nos cuesta curarnos usando este tipo de terapias, que no son nada baratas, y que lo que ofrecen desde el punto de vista medico es incluso de inferior calidad a lo que ofrece la medicina tradicional. Las compañias de terapias alternativas tambien se estan convirtiendo en grandes, como sus primas farmaceuticas, y pecando de lo mismo. Estas, invierten aproximadamente un 5% en investigacion y desarrollo, y gastan el resto en marketing, de una forma incluso mas agresiva que sus primas (sobre todo en lo que a "educacion" y demandas se refiere). Si las compañias farmaceuticas deberian estar en el noveno circulo del infierno, las de terapias alternativas no deberian andar muy lejos.

Sin embargo, la percepcion social de estas segundas es mucho mejor.

Parece que la medicina tradicional occidental, en parte para ahorrar costes, en parte para favorecer a las farmaceuticas, ha evolucionado hacia una maquina de recetar pildoras para cubrir las expectativas sociales de la enfermedad, mientras que las terapias alternativas recetan placebo en su sentido mas amplio y positivo, es decir, una oreja dispuesta a escuchar a un paciente que ademas es una persona con ganas de ser escuchado y comprendido.

El efecto placebo no es otra cosa que el cubrir adecuadamente las expectativas sociales de una enfermedad. Es la sugestion colectiva (y consecuentemente, autosugestion) de que el conocimiento y autoridad moral de unos es suficiente para confiar en lo que te dicen. Y para algunas enfermedades, funciona en aproximadamente un 30% de las personas (cifra nada desdeñable). Si podemos aliviar el dolor y sufrimiento de este 30% de la poblacion, sobre todo para enfermedades no curables o cronicas, y mediante tecnicas no invasivas, pocos podriamos negarnos a que el placebo (en forma de curandero, chaman, homeopata o la virgen de guadalupe) se use habitualmente. Existen sin embargo analisis eticos que desaconsejan su uso, argumentando una relacion de mentira y dominancia de una elite docta (los chamanes, medicos, etc) con el conocimiento sobre "la verdad" y una clase mayoritaria inculta (y feliz en su placebo) que hace uso y se beneficia de este conocimiento.

Existiria una solucion intermedia, y en mi opinion mas completa: que los medicos, empleando mas tiempo por paciente, menos pildoras para solucionar problemas sociales, y mas oreja y mano izquierda para actuar de garantes morales de la sanidad en la sociedad, actuen como una mezcla entre el medico tradicional y el homeopata, recetando medicamentos solo cuando sea estrictamente necesario y recomendando terapias alternativas cuando no lo sea.

1 comentario:

Jota dijo...

Psicologos en la seguridad social YA! Y que le den pomada a Novartis, que son suizos y neocon. Por ese orden.